miércoles, 12 de mayo de 2010

TERRORISMO



Terrorismo es, sin duda, un término que ha sufrido un fuerte abuso de lenguaje por parte de los estados que intencionadamente pretenden desacreditar a sus enemigos. Así los nazis llamaban terroristas a los judíos que se rebelaron en Varsovia; en la Sudáfrica del apartheid se decía que muchos negros hacían actividades terroristas; los franceses dijeron lo mismo de los argelinos que se opusieron a la dominación de Francia (y que en algunos casos utilizaron métodos terroristas). En la situación de ocupación de Irak, iniciada por los Estados Unidos en 2003, es difícil trazar la línea divisoria entre terrorismo y resistencia.


Si terrorista es aquel que utiliza el terror para conseguir fines políticos, hay quienes consideran que muchos ejércitos recientes han cometido tales actos; por ejemplo los serbios en Bosnia, los israelíes en los Territorios palestinos, los rusos en Chechenia y los estadounidenses en numerosos lugares del mundo.

El terrorismo al que se hace referencia, usualmente es mucho más difícil de determinar, ya que es el que se ejerce con una relación de fuerzas desfavorable. Resulta difícil separar "terrorismo" de "resistencia".

Legitimidad o ilegitimidad de los grupos terroristas

Este es el punto más conflictivo pero sin él resulta imposible la condena moral o legal. Tales distinciones en muchos casos estarán sujetas a la visión subjetiva de uno u otro bando en conflicto.

La legitimidad se otorga o se toma según se consideren legítimos los objetivos que eligen, si sus ataques son indiscriminados o no, si la población a la que pertenecen está sufriendo algún tipo de opresión, si tienen entre su gente apoyo social y cuánto, si comenzaron ellos las hostilidades o si antes de surgir como grupo no había conflicto alguno, si también son atacados con iguales o peores métodos.


Terror en la ciudad
Por desgracia, en muchos casos la línea que separa lo legítimo o ilegítimo es demasiado tenue y queda borrada por los horribles actos de unos y de otros, por lo que muchas organizaciones pueden ser vistas como salvadores por unos y como asesinos por otros.

Contra eso muchos grupos que no quieren recibir el epíteto de "grupo terrorista" tratan de mantener claros sus objetivos ajustándolos a su supuesta legítima lucha. Otros se amparan en causas que parecen legítimas para llevar actos que van más allá de lo justificable, como es el caso de la organización Al Qaeda.

El caso de Irak permite a comienzos del siglo XXI analizar una diferencia sutil. Los grupos de resistentes iraquíes se empeñan en atacar a las fuerzas militares estadounidenses y sus aliados, y procuran que la violencia no alcance a sus propios conciudadanos, a pesar que en la realidad la mayor parte de los damnificados, muertos y heridos, son civiles iraquíes.

En cambio los terroristas —frecuentemente extranjeros atraídos por la Yihad— con tal de desestabilizar el régimen no tienen consideración alguna en atacar objetivos civiles.

Recientemente y, sobre todo, tras el 11 de septiembre, ha surgido la opinión de que el elemento determinante en la identificación de un grupo como terrorista o no son solamente los medios prescindiendo a tener en consideración sus fines.

El problema de esta calificación es que afecta a un colectivo demasiado amplio. Sin ir más lejos, las principales potencias militares habrían sido terroristas en un momento u otro de su historia al atacar indiscriminadamente objetivos civiles.

Según la ONU, todo pueblo oprimido tiene derecho a resistirse. Las propias Naciones Unidas legitiman la resistencia contra el opresor. El problema, no obstante, es el de siempre: la subjetividad inherente a ambos bandos, que obliga siempre a mirar desde una posición un tanto alejada de las simplificaciones fáciles en las que suelen caer unos y otros.


Osama Bin Laden

La ONU tampoco especifica cuál es el nivel de opresión intolerable o resistencia tolerable. Como suele ocurrir en estos casos, el dictamen final quedará a criterio del vencedor.

En todo caso la ONU, al igual que otras entidades internacionales y nacionales, en ciertas ocasiones ha condenado claramente las acciones de varias organizaciones armadas como crímenes de guerra o actos terroristas, acciones que por lo tanto irían más allá de lo que sería la legítima defensa contemplada anteriormente.

1 comentario:

  1. NOVIENE LO QUE BUSCO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    COÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
    AMOA FABIAN
    -TORI

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